domingo, 14 de octubre de 2018

31 vueltas al sol.


Si la tierra da 1 vuelta al sol por año, yo acabo de completar mi trigésima primera vuelta.
Mirándolo desde esa perspectiva, parece una interesante aventura el pensar qué tanto puede tomar dar una vuelta.
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A diario damos tantas vueltas, que el tiempo se nos va.
Alguien dijo por ahí que “si la vida se compone de tiempo, y decimos que no tenemos tiempo, estamos diciendo que no tenemos vida”… cuánta verdad!

A menudo solemos mencionar nuestras ocupaciones para resaltar nuestra falta de tiempo (aclaro, soy una de las primeras en recalcar lo corta de tiempo que estoy), otras veces necesitamos reorganizar nuestras prioridades, con tal de lograr ciertos objetivos.

Mientras tanto… las vueltas alrededor del sol siguen.

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La experiencia de Salomón nos debería servir: gozó de todos los placeres que tenia al alcance, probó todo lo que podía, se hizo miles de preguntas, se estresó, se alegró, se quejó, vivió a pleno la vida. 

Finalmente toma su reposera de mimbre, acomoda la almohada en ella y se sienta.
Comienza a balancearse lentamente mientras va recordando lo agitada y satisfactoria que fue su vida.

Habrá recordado aquella visita de la Reina de Saba, quien llegó curiosa por la fama que tenía gracias a la sabiduría que Dios le dio. Quizá le vino a la mente las veces que tuvo que impartir juicio, como el caso de las madres que reclamaban a un mismo niño como suyo. También habrá recopilado las fiestas y banquetes que como Rey le tocó protagonizar. 

Cualquiera de nosotros dirá “Salomón si que fue afortunado”

Pero en esa ajetreada agenda de rey, cada vez le “sobraba” menos tiempo para Dios.

En esa reposera de mimbre, un balanceo más le lleva a la siguiente conclusión: “Teme a Dios, y guarda sus mandamientos, porque es el todo del hombre”  Eclesiastés 12:13

Salomón se dio cuenta que nada tiene sentido en esta vida, sino el servir a Dios, el de cumplir el propósito para el cual nos creó “para gloria mía los he creado, los formé y los hice” Isaias 43:7

Por eso, en esta vuelta 31 al sol, retumba en mi mente este consejo del Predicador: 

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; 
antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia; 
cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas; 
y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas; 
cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles; 
antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; 
y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio
Eclesiastes 12: 1 al 7

Que cada vuelta al sol que nos toque dar, nos encuentre más cerca de El.
Que cada tiempo que conforme nuestra vida sea dedicada al propósito más grande que nos fue conferido, el que seamos hechos "conforme a la imagen de su Hijo” Romanos 8:29 
Que nuestro tiempo sea una inversión diaria para Su Gloria!
Que cada vuelta al sol que Dios nos permita dar... valga la pena!




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