jueves, 18 de octubre de 2018

Los "inmovilizadores" hoy se van






Siempre me consideré una persona respetuosa de las reglas de tránsito: respeto los semáforos, la franja peatonal (incluso freno cuando pasa un peatón), la señal de PARE, que para muchos está de adorno, para mí es como un semáforo en rojo (de paso, un saludo a la señora que hoy me gritó con su bocina por frenar en un cruce con la señal de PARE), tampoco estaciono en lugares prohib… EP! EP! estacionABA en lugares prohibidos, hasta hoy :(

Esta mañana, estaciono mi vehículo, y por alguna razón me fijo en la franja amarilla de la vereda (la que indica el limite permitido para estacionar). A mi parecer, estaba bien… no alcancé a cubrir con el vehículo ninguna rampa, ni la linea amarilla. Me fui.

A la tarde, voy en dirección a donde había estacionado, y no estaba mi vehículo.

NO ESTABA!

Con total tranquilidad (realmente estaba tranquila), mi mente comienza a repasar las siguientes opciones:
- Estacioné realmente donde pensé que estacioné?
- Será que robaron el auto? 
- Llamo al seguro? Será que van a encontrar?

Todas esas interrogantes pasaron en milisegundos en mi mente confundida.

Al ver una cámara de seguridad en la esquina, me acerco al guardia y amablemente le pregunto:
- Buenas tardes señor, cómo puedo acceder a las imágenes de aquella cámara? (señalo cuál cámara) Pasa que estacioné mi auto allí y ahora no está. (como si fuera que se me perdió un bolígrafo!)
Me responde el señor:
- Ah! El auto azul? Llevó la grúa esta mañana.

Una mezcla de emociones agridulces llegaron de una.
Lo bueno: no se robó.
Lo malo: llevó la grúa de la policia municipal de tránsito.

Un par de llamadas, más la ayuda del guardia, y ya supe donde ir a buscar mi vehículo.
No sabía con que me encontraría.

Al llegar, con la misma tranquilidad, me acerco a la inspectora y le digo:
- Buenas tardes, me dijeron que trajeron acá mi vehículo y quiero saber por qué.
Añadile una sonrisa a la frase, como si fuera que la pelota se fue al vecino, y me acerco a pedirle que me pase por la muralla.

Una memoria infalible hizo que esta señora repita como un loro la “lista de infracciones” que cometí, con los artículos y la multa que representaba cada uno en jornales.
Mi cerebro no asimilaba el cálculo que todo eso representaba.

Finalmente, con la tranquilidad intacta, luego de escuchar mi juicio, le pregunto:
- Tendrá alguna prueba de que mi auto estaba mal estacionado?
Y al estilo “thug life” ella me muestra una foto donde mi auto estaba a LA MITAD DE LA LINEA AMARILLA.

No tenia nada que decir, solamente agachar la cabeza y reconocer mi infracción.

Pero el juicio no había terminado, la sentencia ya estaba y sólo faltaba mencionar el pago por esa infracción.
La inspectora continuó: “para retirar tu vehículo necesitas pagar la multa, y te liberamos”

Ahí, la tranquilidad que venía invicta, se fue.

- De donde voy a sacar ese monto para pagar la multa? le dije, con la intención de llegar a su corazoncito. 
- Y no sé, pero no podes llevar de acá sin pagar. 

No tenia mucho que hacer.
Llamo a mi esposo, y con su larga paciencia y amor, me dice: "no te preocupes! llego enseguida y yo pago la multa".

Finalmente, como si nada hubiera pasado, pagamos la multa, sacaron el cepo, nos subimos al auto, y salimos de ese lugar de juicio en el cual jamás pensé estar.



En esta experiencia vi tantas similitudes con lo que Dios hizo por mi.
La Palabra dice “donde no hay ley, no se inculpa de pecado” Romanos 5:13 (RVR 1960). Otra versión dice “el pecado no se toma en cuenta cuando no hay ley” (RVC). Es decir, la ley está puesta a causa de las transgresiones, y si hay una infracción es porque hay una ley que declara lo correcto y lo incorrecto. Y aun más, “porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado” Romanos 3: 20

La humanidad está bajo el poder del pecado, pero “no viene a la luz para que sus obras no sean reprendidas” Juan 3:20. Prefiere estar en su infracción sin tener que pagar su multa, quizá alguna coima que satisfaga momentáneamente su deseo de libertad, pero sin embargo sigue pendiente.

Pendiente hasta que el Juez llame.
Entonces qué queda por hacer?

Así como te comentaba mi caso hoy, te toca llamar a Aquel que puede pagar la deuda por vos, y quien YA PAGO.
Jesús vino a pagar la multa del pecado, “porque la paga del pecado es muerte” Romanos 3:23
Yo no podía pagar la multa, tampoco podía salir sin pagar. Tuve que llamar a mi esposo, quien acudió sin dudar a socorrerme, y no me reclamó el que haya cometido un error, sino se preocupó por liberarme de ese atasco.

Si hoy seguís con la multa pendiente, es hora de llamar a quien tiene la capacidad de liberarte de la esclavitud del pecado “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesus” Romanos 3: 23 - 24

No vivas con la culpa. El culpable ya fue enjuiciado, el precio de la multa ya se pagó, no hay nada que hacer sino solamente reconocer la infracción y llamar a quien tiene el recibo de PAGADO.

Cabe destacar que cuando volví a subir al auto, sentí la libertad de nuevo… ya no había cepo que me impidiera el moverme. Aprendí que debo prestar atención donde me estaciono, y aprendí que siempre debo estar alerta, porque no siempre uno respeta todas las reglas (aunque piense que está en lo correcto).

¿Qué “cepos” hoy están hostigando tu vida? La libertad está a un paso de tu decisión.
“Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesus es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” Romanos 10: 8 - 9

Los "inmovilizadores” hoy se van.
No hay pecado que SU SANGRE no haya limpiado.
No hay culpa que EN LA CRUZ no se haya pagado.

“estas cosas os escribo para que no pequéis, y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” 1 Juan 2:1
“porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados” Isaias 38:17

¿Crees esto?



domingo, 14 de octubre de 2018

31 vueltas al sol.


Si la tierra da 1 vuelta al sol por año, yo acabo de completar mi trigésima primera vuelta.
Mirándolo desde esa perspectiva, parece una interesante aventura el pensar qué tanto puede tomar dar una vuelta.
Imagen relacionada

A diario damos tantas vueltas, que el tiempo se nos va.
Alguien dijo por ahí que “si la vida se compone de tiempo, y decimos que no tenemos tiempo, estamos diciendo que no tenemos vida”… cuánta verdad!

A menudo solemos mencionar nuestras ocupaciones para resaltar nuestra falta de tiempo (aclaro, soy una de las primeras en recalcar lo corta de tiempo que estoy), otras veces necesitamos reorganizar nuestras prioridades, con tal de lograr ciertos objetivos.

Mientras tanto… las vueltas alrededor del sol siguen.

Resultado de imagen para anciano mirando al horizonte
La experiencia de Salomón nos debería servir: gozó de todos los placeres que tenia al alcance, probó todo lo que podía, se hizo miles de preguntas, se estresó, se alegró, se quejó, vivió a pleno la vida. 

Finalmente toma su reposera de mimbre, acomoda la almohada en ella y se sienta.
Comienza a balancearse lentamente mientras va recordando lo agitada y satisfactoria que fue su vida.

Habrá recordado aquella visita de la Reina de Saba, quien llegó curiosa por la fama que tenía gracias a la sabiduría que Dios le dio. Quizá le vino a la mente las veces que tuvo que impartir juicio, como el caso de las madres que reclamaban a un mismo niño como suyo. También habrá recopilado las fiestas y banquetes que como Rey le tocó protagonizar. 

Cualquiera de nosotros dirá “Salomón si que fue afortunado”

Pero en esa ajetreada agenda de rey, cada vez le “sobraba” menos tiempo para Dios.

En esa reposera de mimbre, un balanceo más le lleva a la siguiente conclusión: “Teme a Dios, y guarda sus mandamientos, porque es el todo del hombre”  Eclesiastés 12:13

Salomón se dio cuenta que nada tiene sentido en esta vida, sino el servir a Dios, el de cumplir el propósito para el cual nos creó “para gloria mía los he creado, los formé y los hice” Isaias 43:7

Por eso, en esta vuelta 31 al sol, retumba en mi mente este consejo del Predicador: 

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; 
antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia; 
cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas; 
y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas; 
cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles; 
antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; 
y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio
Eclesiastes 12: 1 al 7

Que cada vuelta al sol que nos toque dar, nos encuentre más cerca de El.
Que cada tiempo que conforme nuestra vida sea dedicada al propósito más grande que nos fue conferido, el que seamos hechos "conforme a la imagen de su Hijo” Romanos 8:29 
Que nuestro tiempo sea una inversión diaria para Su Gloria!
Que cada vuelta al sol que Dios nos permita dar... valga la pena!